Juana, Pedro y el pan-beso de cada día

A Juana le faltan dientes
y aunque está de moda ser hermosa
con dentadura completa o artificial
no le importa mostrar sus oscuras encías 
con dos grandes caninos que cuando sonríe parecen brillar
tiene treinta y cinco años aunque parece más
lo dice su rostro cobrizo agrietado de tanto andar
Juana ama a Pedro y él la ama también.
Cuando se miran lo que menos importa son los dientes
sus ojos solo hablan de amor
Pasada la medianoche cuando el bullicio empiece a cesar
habrán terminado de hurgar cilindros y montones de basura
es hora de regresar
Un empinado pasadizo del cerro San Cosme los espera
para ellos nos hay cepillos ni pasta dental,
pero es seguro que haciendo el amor se amaran
y así cada noche volverán a empezar la rutina
para ganarse el pan de cada día
la sopa de cada día
el beso de cada día
Juana no lo sabe todavía
pero en su vientre hay más vida cada día



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